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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cartas a una mujer IV

Déjame que te vea como flotar por los pasillos enhebrados en recuerdos pasados.

Los que duelen siempre.

Déjame, por favor, que sea parte de las caricias que te escribo, de las que rozan tu dulce pelo cuando tu rostro se anega de lágrimas.

Hace ya mucho tiempo que esto dejó de ser sencillo, lo que antes era arena son ahora bastiones donde tus alas revolotean queriendo salir.

¿Dónde está la evasión?

1 comentario:

  1. Es muuuuy bonito¡ Aunque... jope :( me ha gustado muuucho un graan saludo nos leemos!:)

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